17 de abril de 2013

Un buen lugar para reposar

Un hombre acude a una red de contactos por internet en busca de amor, cariño o quizá un simple revolcón. Conoce a una docena de mujeres y, al poco, se siente amenazado (y mucho) por una de ellas.

En paralelo, dos pelagatos con mala fama acosan a una anciana. El objetivo no es otro que sacarla de su piso, pues una inmobiliaria tiene grandes planes para el edificio en el que vive.

Atila, por supuesto, es el detective al que el hombre y la anciana recurren para solucionarles la papeleta.

Y, como secundarios, un cartel inigualable: sicarios venidos directamente de Colombia; un excombatiente de las FARC solitario y triste, pero leal hasta la muerte; Maruchi la Desdentá, una madame que se las arregla para ser las orejas que todo lo escuchan en Barcelona; una mujer enamorada que se disputa a su hombre con una botella a ritmo de blues; un engominado director de inmobiliaria; las Adoradoras del Ballenato, un grupo de ecuatorianas apasionadas de las telenovelas cuyo punto de encuentro es el locutorio y donde se reúnen para contar chismes y comer pastelillos; ah, y el «personaje» estelar, para mí, es La Bóbila, la biblioteca de Hospitalet de Llobregat especializada en el género negro, que también desfila entre las páginas de esta magnífica novela, así como su director Jordi Canal, el de verdad, que sale como un personaje más. Los diálogos entre Atila y el director de la biblioteca me han parecido geniales.

Estoy descubriendo que es un gustazo leer a Maluenda y su prosa cruda, descarnada, honesta, y también un punto gamberra, con una acertadísima crítica social de la Barcelona de hoy. Maluenda se mueve como pez en el agua a la hora de describir a los personajes que pululan por los bajos fondos de la ciudad. Solo puedo decir que, junto con Carlos Sisí, ha sido uno de los grandes descubrimientos de los últimos meses, y que ya estoy deseando leer el siguiente libro suyo que tengo en la mesilla (La fiesta). Y ahora que ya adoro a Atila, tengo ganas de conocer al otro detective que ha creado este autor –Basilio Céspedes, Humphrey–, que tiene que ser tremendo también.

En definitiva, para los amantes del género negro, Luis Gutiérrez Maluenda es una apuesta segura. También gustará a quienes estén familiarizados con Barcelona, pues la ciudad es muy protagonista en las novelas de Atila y las reflexiones que hace Maluenda acerca de ella me parecen muy acertadas. Y quienes tengan ganas de pasar un buen rato, de echarse a las manos una lectura agradable, pero de las que al mismo tiempo te deja pensando sobre las miserias de la vida, encontrarán en las novelas de Atila la compañía ideal.

Buen trabajo también el de la editorial, Alrevés. Los pequeños problemas de edición que mencioné en la entrada de Mala hostia están solucionados ya en esta novela.

¿Qué más puedo decir? ¡Que estoy deseando leer el siguiente de Atila! Y que animo a todo el mundo a que lo descubra. Esta es la segunda novela del detective Atila; aquí está mi reseña de la primera:

Mala hostia


2 comentarios:

  1. He visto la reseña de La fiesta y me llamó la atención. Por lo visto tiene tres libros buenos. Es un autor a tener en cuenta. Mirare sus novelas.
    Un saludo.

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  2. Sí, dale una oportunidad, ¡es un autor que engancha! Un saludo.

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